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Scones |
Whole Kitchen, en su Propuesta Dulce para el mes de enero, nos invita a prepara un clásico escocés: Scones.
¿Galletas o panecillos? No sabría decirlo con certeza, pero desde luego, lo que sí es cierto, es que son esenciales en el ritual del famoso del té inglés. Los scones son originarios de Escocia y en un principio se hacían con avena y en la sartén. Hoy en día es más frecuente hacerlos con harina de trigo y hornearlos.
Son una pieza central en las celebraciones tradicionales de té inglesas; esto es, desde el SXIX cuando la Duquesa de Bedford pidió a sus sirvientes un té con algunos panes dulces, que incluían los scones. Tanto les gustaron que decidió pedirlo todas las tardes, llegando a convertirse en una tradición del Afternoon Tea Time, siempre acompañados de la clotted cream (nata espesa) con mermeladas.
El scone es un panecillo dulce que suele tener forma redondeada, aunque también puede ser triangular. Está elaborado con harina de trigo, centeno o avena, mantequilla y levadura. Se suele servir templado (riquísimo y con un aroma delicioso) y abierto por la mitad. Así, podemos rellenarlo con mermeladas, queso, o incluso crema de chocolate. Probadlos con té, café o lo que queráis!!
Ingredientes:
- 260gr de harina de trigo
- 50gr de azúcar blanquilla
- 10gr de levadura
- Una pizca de sal
- 75 gr de mantequilla en cubitos muy fría
- 1 huevo batido
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 120ml de nata 35%
Elaboración:
Precalentar el horno 190º.
En un bol grande mezclar la harina, con el azúcar, la levadura y la sal. Añadir la mantequilla y mezclar con ayuda de los dedos hasta conseguir una textura arenosa o de migas. Reservar.
Por otro lado mezclar el huevo con la nata y la vainilla.
Mezclar ambos preparados hasta que estén bien integrados, pero sin sobremezclar.
Amasar en una superficie enharinada y estirar hasta hacer un círculo de aproximadamente 18cm. Cortar con un cortador redondo de 6cm (o en triángulos si se prefiere). Colocar las piezas en una bandeja cubierta con papel de horno e introducir en la parte media del horno.
Cocinar durante 15-18 minutos, hasta que estén dorados.
Retirar del horno y dejar enfriar en una rejilla.
Se pueden tomar recién hechos o fríos y también congelan bien. Podeis tomarlos solos o rellenos de queso fresco, mermeladas, chocolate....