Lasaña clásica con ragú a la Boloñesa

Lasaña clásica de boloñesa

Whole Kitchen, en su Propuesta Salada para el mes de marzo, nos invita a preparar un plato clásico de la cocina italiana: Lasaña. Como todos sabéis, es un tipo de pasta que se sirve en láminas intercaladas con carne y bechamel. Existen muchas variantes de este plato, desde lasañas de verduras hasta aquellas hechas con marisco o pescado; incluso otras en las que se sustituye la pasta por láminas de algún vegetal como calabacín, col o berenjena. 

En esta ocasión me he decidido por volver a los orígenes y no experimentar en una receta que merece la pena cocinar tal cual; tan sólo he combinado láminas de pasta normal con láminas de espinaca.

Como relleno de esta lasaña, he preparado un ragú a la boloñesa, aunque, como ya tenía la salsa de tomate preparada por mí de otra ocasión, esta incluía ya pimiento, que no aparece en la boloñesa original...El resto no varía. La palabra ragú viene del francés ragout y hace referencia a un guiso de carne más que a una salsa. Por ello, esta preparación requiere que se cocine a fuego lento y durante unas dos horas, para que todos los sabores se integren perfectamente. Podéis ahorraros algo de tiempo si, como yo, usaís salsa de tomate casera elaborada con anterioridad. Vamos allá:

Ingredientes para la receta:

• 12 placas de lasaña (yo usé 6 normales y 6 "verdes")
• Mantequilla
• Ragú a la boloñesa
• Salsa bechamel
• Queso rallado para gratinar. (En lugar de parmesano usé un mezcla de gruyère y Grana Padano)

Ragú a la Boloñesa:

•  1/2 vaso de aceite de oliva
• 1 cucharada de mantequilla
• 1 cebolla
• 1 zanahoria
• 1 apio
• 150grs de setas picadas
• 500gr de carne de ternera picada
• 50gr de panceta cortada en tiritas
• 500gr de tomates maduros (en mi caso, de salsa ya preparada)
• 1 chorrito de vino tinto
• 1 chorrito de leche
• sal, pimienta, nuez moscada y albahaca
• 1 taza de caldo
• Una pizca de Marmite (Bovril) para mezclar con el caldo.

Elaboración:

Remojar las placas de lasaña durante 10 minutos en agua templada con unas gotas de aceite. Reservar encima de un paño húmedo.

Poner el aceite y la mantequilla en una sartén grande y sofreír la panceta. Cuando empiece a dorarse, añadir la cebolla picada, la zanahoria y el apio. Tapar y dejar a fuego lento hasta que estén tiernas. Añadir la carne picada y el vino. Subir el fuego para que se reduzca el alcohol e incorporar las setas. Verter un chorrito de leche y remover. Añadir el tomate (o la salsa), la sal, las especias y dejar cocer a fuego lento durante aproximadamente 2 horas. Ir añadiendo poco a poco el caldo con la esencia de buey disuelta a medida que el quiso se vaya quedando seco.

Para la bechamel:

• 350ml de leche tibia
• 3 cucharadas de mantequilla
• 3 cucharadas de harina
• Sal y pimienta.

Poner la mantequilla en la sartén y cuando se haya derretido, añadir la harina sin dejar de remover y a fuego lento. Una vez dorada, se va añadiendo poco a poco la leche sin parar de batir para que no se formen grumos. Una vez espesada, añadimos la sal y la pimenta.

Poner un poco de mantequilla en el fondo de una fuente refractaria y colocar las placas de lasaña. Cubrir con el ragú y volver a cubrir con más placas de lasaña, así hasta acabar los ingredientes. Cubrir con la bechamel y el queso rallado y gratinar durante 15-20 minutos.