El pasado jueves 23 de octubre, en el ya habitual cuartel general VideVide, asistí a la cata de los vinos de una de esas bodegas que siempre se me habían escapado por falta de tiempo y planificación: Atrium Vitis.
Esta bodega, situada en Toucedo, Quiroga, Subzona de Quiroga-Bibei (Ribeira Sacra) lleva pocos años en la D.O., pero cuenta con una gran tradición familiar. Propiedad en la actualidad de Javier Mendoza y Ana Gadín, el abuelo de Javier ya elaboraba su propio vino en casa gracias a las hectáreas de viñedo que poseía. Las generaciones posteriores continuaron con la tradición, y esa pasión se convirtió en un una razón de ser, una forma de vida: de vender la producción a otras bodegas de la Ribeira Sacra, pasaron a tomar la decisión de elaborarlo ellos mismos, bajo el nombre de Pacio de Donas.
Y por qué el Albariño como buque insignia de la bodega?? En una zona donde tradicionalmente la elaboración de tintos es lo más frecuente, en una zona donde, de primar una uva blanca, esa sería Godello... ¿por qué Albariño?
Pues porque la familia ya poseía las cepas desde los años 50, porque su abuelo tenía un empeño personal en la elaboración de blancos, y optó por un albariño en espaldera que aprovecha lo mejor del sol en una zona de contrastes climatológicos, y que se adapta a la perfección con el terreno de canto rodado de su finca.
Hace poco más de un año que sacaron sus vinos al mercado, y bajo mi punto de vista, merecen toda nuestra atención:
Empezando por las personas, por Javier y Ana, que te invitan a escucharlos en silencio... a esa forma que tiene Javier de narrar la historia, de vivir la viña y contar sus vinos...
Javier y Ana en un momento de la presentación de sus vinos |
Pacio de Donas Albariño 100% |
En la contraetiqueta de los vinos podemos leer una dedicatoria/poema de Antonio Portela (O Viticólogo dos Bagos)... quién mejor que él parar transmitir esa delicadeza y sensibilidad que acompaña al mundo del vino?
Dedicatoria de Antonio Portela |
Albariño y Godello |
Albariño y Treixadura |
Colores brillantes, amarillo más intenso que el anterior, aromas a frutas blancas maduras, aparecen los aromas terciarios... café, chocolate blanco... Muy bien integrados todos. En boca es largo, persistente, buena acidez y fruta madura. Gran vino de guarda sin duda. Como el resto de sus "compañeros", recomiendo abrirlo unos 15-20 minutos antes de servir.
La bodega también ha empezado a comercializar recientemente sus tintos (Mencía Barrica), que espero tener la ocasión de catar próximamente. Si el trabajo es tan bueno como con sus blancos, seguro que no me dejarán indiferente.
Cata estupenda, en buena compañía, con gente apasionada, que busca y persigue el respeto por la viña, por el producto y por las personas implicadas en él.. Gente entusiasmada, buen vino... Se puede pedir más? Que sigan existiendo los vínculos necesarios para que estos eventos continúen: Público interesado en aprender y valorar, viticultores comprometidos, lugares y personas como Vide Vide para juntarlos...
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