...Porque siempre hay un "Plan B" para cada ocasión...para alegrarnos el día a bocados y pequeños tragos...

jueves, 28 de abril de 2016

FEDELLOS (No, nada es casualidad en el Pazo) DO COUTO

Bebía yo, allá por el mes de septiembre del año pasado, una botella de Cortezada 2013. Poco sabía yo por aquel entonces de Fedellos do Couto: los había visto en A Emoción dos Viños hacía un par de meses, lo justo para catar alguno de sus vinos en el medio de todo aquel festín vinícola que es Tui; luego comprobé cómo contaban con cada vez mejores valoraciones, que su producción de 7.500 botellas se evaporaba a buen ritmo y me dije “Pues está claro que aquí hay un buen proyecto, serio, sí, pero hecho para disfrutar”.
De los cuatro “fedellos” (Luis Taboada, Pablo Soldavini, Carlos Bareño, Jesús Olivares) y su proyecto  hablamos en su momento, en la revista Pincha(e)discos, al hilo de la cata de este Cortezada 2013, y sirve de continuidad a lo que escribí sobre Laura Lorenzo en el post anterior. Las  segundas generaciones de la Ribeira Sacra tienen mi incondicional admiración por el laborioso trabajo que supone poner en valor una zona muy a menudo maltratada por la propia D.O. y por gustos consumistas poco afortunados.
Su inquietud e inconformismo (así podríamos definir la palabra “fedello”) unidos a la filosofía de representar en cada botella la tradición, el terruño y las variedades con las que trabajan, han dado (y seguirán dando) como resultado la máxima expresión de calidad de un producto fabuloso. Cuando se tiene una buena materia prima, lo más fácil es “hacerlo fácil”, que el trabajo en bodega sea tan bueno que no se note.

Por todo eso Cortezada es ejemplo de muchas cosas: esta parcela situada en bancales de las Ribeiras do Sil, en las cercanías del Pazo do Couto, que apellida este proyecto, ve nacer la Mencía que se usará para elaborar este vino.
Y ahora es cuando viene el aplauso: Cortezada 2014 sube muchos peldaños de nivel con respecto al 2013. Si este último ya presentaba su característica rusticidad, su mineralidad y una buena acidez, sí es cierto que el conjunto no resultaba tan fresco y se apreciaba más madurez en boca.
Pero Cortezada 2014 es un perfecto equilibrio entre la expresión y el vigor de la viña, el terreno sobre el que asienta y el buen trabajo que lo acompaña. Menos alcohólico que su hermano más viejo, la calidez que podría aparecer por el terreno esquistoso, se ve compensada con los aromas de monte bajo, a hierbas aromáticas, a pino, la fruta resulta más fresca, incluso se aprecia una astringencia agradable. Se respira altitud, montaña, infinitos matices y especias aportadas por una madera magníficamente integrada.

Y el espectáculo Lomba dos Ares, lo dejamos para otra ocasión; aunque ya he catado este 2014 (elegancia en estado puro), me guardo otra botella para abrir dentro de un tiempo, porque sé con total seguridad que estará todavía mejor que ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión le da sentido a este blog; Vamos! No te cortes!!